
Del día que decidí comprarlo (6 meses después del k700i) nunca me voy a arrepentir.
La mejor cámara, el mejor en cuanto a memoria, el más cómodo... y podría estar enumerando ventajas durante horas.
La amargura del día que se rompió aún la recuerdo, tuvo sólo un golpe (muy pequeño) y su pantalla interior quedó en blanco y no funcionó más. No pude conseguir el repuesto y tuve que dejarlo tirado en un cajón.
Lo usé unos seis o siete meses, pero no por mi elección... si fuera por mí seguiría usándolo hasta hoy. Realmente una lástima.
2 comments:
Yo creo que un detalle que hace a la historia es el cómo se te rompió :P
Hay cosas que es preferible dejarlas en el olvido.
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